Yoga, Hatha-Yoga, Tantrismo, Shivaísmo, son apelaciones que no son muy claras para todo el mundo. El Yoga agrupa un conjunto de conductas espirituales que no forzosamente tienen puntos en común con el Hatha-Yoga, sus prácticas y su filosofía. Esto ocurre con el Karma-Yoga (el yoga de la acción desinteresada), el Bhakti-Yoga (yoga devocional), el Jnana-Yoga (yoga filosófico), el Raja-Yoga (yoga del renunciamiento), etc. Todas estas formas de yoga son raramente shivaístas, ninguna corresponde a aquello que nosotros practicamos.

Tanto el Hatha-Yoga, utilizado en occidente, como el Tantrismo forman parte de la gran tradición shivaísta. Esta tradición posee dos corrientes muy importantes siendo sus dos referencias: el sistema Natha y el sistema Trika. Es del primero que nace el Hatha-Yoga clásico y del segundo el Tantrismo. El uno y el otro se complementan y cubren niveles de práctica diferentes. La filosofía y la metafísica les son comunes. Es posible situar a los Natha como yoguis un poco fuera del mundo sin por lo tanto renunciar a él, mientras que los Tantrika permanecen incógnitos en el mundo para hacer de él un campo de experiencia privilegiado.

El Hatha-Yoga en cuestión es una de las prácticas mayores del sistema Natha. Vamos a definir sus aspectos principales, esperando así por una parte clarificar su contenido y por otra parte sus finalidades.

Fundamento metafísico

La unión de la consciencia y de la energía en el hombre (Shiva/Sakti) es el fundamento de la metafísica Natha. Desde esta óptica, la analogía entre el macrocosmos y el microcosmos es el principio central alrededor del cual se articula la práctica. La estructura del ser humano siendo semejante a aquella del cosmos, la propedéutica de esta vía propone un método preciso y técnicas concisas para manipular los contenidos de los cuerpos sutiles, desviarlos de sus funcionamientos inconscientes y profanos, con el fin de dar el conocimiento y los poderes eficaces que autorizan al yogui a avanzar firme y seguramente en su camino.

Fundamento técnico

El conjunto del sistema Natha se refiere a la Kundalini y a los medios que hacen posible su despertar. La Kundalini en el cuerpo humano equivale al Sakti en el universo. Dormida en los abismos de la naturaleza humana, enterrada en el muladhara, esta al pendiente de los signos que le permitan liberarse y emprender su ascensión vertical hacia las cimas de la Consciencia, desgarrando al Yogui para extirparlo de sus ataduras animales y naturales. Las descripciones la muestran somnolienta, enrollada tres veces y media alrededor del linga del muladhara, cerrando con su boca su apertura que es la puerta de acceso al sendero del centro, sushumna. Se puede acceder por todos los chakras puesto que esta presente en cada uno de ellos, como en cada mantra pues es por medio de su propio poder que se manifiestan. Es sensible a todos los choques y a todas las fallas. Despliega todas las tendencias del individuo a imagen de la gran Sakti y por la Consciencia baila el juego del mundo. Es la Energía Suprema obrando en el universo y en el hombre.

Del primer chakra, muladhara, al último, sahashrara, cada etapa es un lugar de éxtasis en el cual Shiva y Sakti se unen para beber el néctar de la creación. Ellos encarnan “ardhanari”, el andrógino universal. Con el fin de realizar en ellos mismos esta unión de chakra en chakra, los Nathas utilizan las técnicas del Hatha-Yoga para operar una serie de manipulaciones en sus funciones vitales por medio de técnicas físicas y de ejercicios de concentración que pondrán en vibración el corazón del edificio individual: la sushumna. En este recorrido iniciático el momento vendrá en el que esta unión se realizará igualmente con una compañera con el uso de prácticas sexuales. El Yogui y la Yoguin, después de haberlo hecho en ellos mismos, crearán el uno con respecto al otro, uno en el otro, la unión de Shiva y Sakti.

Los Natha proponen una serie de prácticas variadas capaces de actuar sobre la complejidad del universo humano: asana, pranayama, mudra, mantra, bija, yantra, kavaca, Nyasa, pratyahra, drna, dhyna. Este arsenal permite alcanzar el plan de las energías sutiles, conocer la estructura y el contenido, con el objetivo de operar la mutación que permite abandonar el estado de animal encadenado a las tendencias de la Naturaleza para transformarse en Vira, un hombre de poderes y de Consciencia apto a realizar su plan divino.

Los Natha se fijan seis objetivos: la inmovilidad del cuerpo y de los procesos mentales para los asana, mudra, bhanda y pranayama. La inmovilización de la respiración. La inmovilización del Bindu. La unión Shiva/Sakti ya sea interiormente con el cuerpo o exteriormente con una compañera. La posesión de poderes sobrenaturales. La realización final. Para alcanzar estos objetivos, el método aplicado será el siguiente: limpieza de los nadi, maestría de la respiración, utilización energética y mágica de las asana, de los mudra y de los bhanda, utilización mental o mágica de los soportes exteriores (mantra, yantra, etc.), utilización de las prácticas de concentración que llevan a la fusión.

El conjunto de las diferentes técnicas – asana, pranayama, mudra, mantra, bja, yantra, kavaca, Nyasa, pratyahra, dharna, dhyana – será utilizado para poner en vibración el cuerpo sutil, para invertir y penetrar en los diferentes espacios interiores que lo componen, religarlo a los planes correspondientes del universo, y realizar en este mundo personal la fusión de la Energía y la Consciencia. Para este efecto, todas las técnicas serán efectuadas con las actitudes corporales (asana), respiraciones (pranayama), visualizaciones (yantra), mantras, mudras (gestos simbólicos en el sentido semántico) directamente ligados al circuito de los nadi, de los chakras, de los adhara y de los vayu. Más tarde otros métodos, basados sobre los sabores, colores, las vibraciones sonoras, las fallas, los vacíos, la retracción del universo en el individuo y la expansión del individuo en el universo serán puestos en obra. Al mismo tiempo, la observación y la investigación de los diferentes estados de la consciencia (la vigilia: jagrat – los sueños: svapna – el sueño: susupti – el cuarto estado: turya – el quinto estado: turytta) serán la trama de fondo que sostendrá toda la práctica. Estamos aquí en el espacio que liga los dos sistemas Shivaítas, los Natha y los Trika.

 

Artículo de Christian TIKHOMIROFF, traducido del francés por Karla SEGURA.

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